Este domingo 6 de abril, vecinas y vecinos de Cañada Real, junto con colectivos solidarios, recorrerán las calles de Rivas para denunciar la situación límite que sufre este barrio desde hace casi cinco años. La manifestación, convocada por asociaciones vecinales de la Cañada y apoyada por la Plataforma Cívica por la Luz, partirá a las 12h del Colegio Mario Benedetti y llegará hasta el Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid.
Bajo el lema «Cañada Real: barrio en construcción cercado por la especulación», la marcha busca visibilizar la grave vulneración de derechos que sufre este barrio histórico, habitado por más de 8.000 personas —en su mayoría familias trabajadoras españolas y migrantes— que desde hace décadas han construido sus hogares sobre una antigua vía pecuaria que atraviesa Coslada, Rivas y Madrid.
Un barrio vivo que resiste el abandono institucional
Cañada Real no es un asentamiento improvisado ni un problema de ocupación. Es un barrio consolidado, con historia y tejido comunitario, que lleva más de 40 años soportando la omisión deliberada de servicios públicos básicos como luz, agua, transporte o sanidad. En lugar de regularizar y dotar al barrio, las administraciones han optado por una estrategia de hostigamiento: corte de suministro eléctrico desde 2020, amenazas de derribo, vertidos ilegales, y una política de “realojos” sin garantías ni participación vecinal, que en la práctica son desalojos forzosos.
Una condena internacional que el Gobierno ignora
En 2024, el Comité Europeo de Derechos Sociales del Consejo de Europa condenó al Estado español por violaciones sistemáticas de derechos fundamentales en la Cañada, destacando el impacto especialmente grave sobre la infancia y las mujeres, principales responsables del cuidado en los hogares. Esta resolución, que señala el corte de luz como una vulneración directa de la Carta Social Europea, no ha sido acatada por las instituciones responsables: Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Rivas, Ayuntamiento de Madrid y Gobierno central.
Frente al silencio, organización popular
Ante esta situación, las vecinas y vecinos de Cañada Real no se resignan. Han logrado avances legales, como la Ley 2/2011 de Desafectación o el Pacto Regional de 2017, y siguen construyendo comunidad y lucha. La Plataforma Cívica por la Luz, junto a asociaciones vecinales, comisiones jurídicas y colectivos solidarios, ha sido un ejemplo de organización pacífica, legal y democrática.
Esta manifestación no es un acto aislado, sino parte de una movilización constante por el derecho a vivir con dignidad, con luz, con contratos legales, con transporte, sin vertidos ni derribos ilegales, y con plena participación política.
Luz, contratos y mesa de seguimiento.
Stop a los vertidos y derribos ilegales.
Cese de las coacciones y amenazas.
¡Cañada Real resiste!